La ciencia de comprender al otro


Todos poseemos, en más o menos medida, la habilidad para estar conscientes de entender, reconocer y apreciar los sentimientos de los demás.
Esta capacidad de inferir los pensamientos y sentimientos de los otros, genera una sensación de simpatía, comprensión y ternura.
Esta destreza se llama "EMPATÍA" y es una habilidad básica de la comunicación interpersonal.



¿Qué es la empatía?

La empatía es el entendimiento sólido de los problemas de la persona que tenemos enfrente, dicho en un lenguaje popular "es ponerse en los zapatos del otro", en consecuencia, la empatía es fundamental para comprender en profundidad el mensaje de otras personas y así establecer un canal de comunicación, ya que somos capaces de "interpretar" emocionalmente al otro.

Según algunos científicos la empatía viene a ser algo así como nuestra conciencia social, pues a través de ella se pueden apreciar los sentimientos y necesidades de los demás, dando pie a la calidez emocional, el compromiso, el afecto y la sensibilidad.


El proceder de la empatía

El actuar con empatía no significa estar de acuerdo con la otra persona.
No implica dejar de lado las propias convicciones y asumir como propias la del otro.
Es más, se puede estar en completo desacuerdo con alguien, sin por ello dejar de ser empáticos y respetar su posición, aceptando como legítimas sus propias motivaciones.
En el hecho de observar y reconocer las necesidades de los demás, podemos reajustar nuestro actuar y siempre que procedamos con sincero interés ello repercutirá en beneficio de nuestras relaciones personales.
Pero ello es algo a lo que debemos estar atentos en todo momento, pues lo que funciona con una persona no funciona necesariamente con otra, o es más, lo que en un momento funciona con una persona puede no servir en otro con la misma.

Mahatma Gandhi decía que “las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo terminarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios y entendieran su punto de vista”; en coherencia con ello, él decidió no proceder con violencia en su propósito por lograr la independencia de su país, y contra todo pronóstico la "resistencia pacífica" que llevó a cabo fue el arma decisiva en la obtención de la ansiada liberación de su país, la India.

Por cierto, no hace falta ser como Gandhi para darnos cuenta que existen sutiles armas que podemos usar en beneficio propio y de los demás, que no son para destruir sino para hacer florecer relaciones provechosas en aras de nuestro crecimiento como seres humanos.
No es exagerado sostener que las bases de la moralidad deben hallarse en la empatía, en la cual a su vez está la raíz del altruismo.


¿Los otros seres vivos tienen empatía?

Sin dudas, una de las razones que nos ha llevado a negar la evidencia de que los animales también sienten empatía es el miedo a tener que tratar de igual manera a los seres vivos con los que convivimos en este planeta.
Y es que es muy inquietante pensar que muchos de los animales a los que infligimos daño sienten, y algo aún peor, son capaces de sentir lo que otros sienten.

Hace años en un experimento en una universidad en Francia, se colocó a un macaco separado de otros en su jaula. Cada vez que el macaco separado comía, el grupo vecino recibía una descarga eléctrica.
Los resultados demostraron que el macaco prefería quedarse sin comer varios días antes que ver a los compañeros sufrir.

En unas investigaciones similares con ratones, los resultados fueron más o menos idénticos. Ambas especies parecían entender el sufrimiento ajeno y llevaban a cabo sacrificios para evitar el dolor de los compañeros.

En animales más cercanos a la especie humana, como los grandes simios, los actos de empatía son algo cotidiano. Es habitual ver cómo, en muchas ocasiones, ajustan sus conductas a las necesidades del otro.


La falta de empatía

Muchos de los males que nos devastan provienen de la falta de empatía.
Una parte de la humanidad no es capaz de sentir esa conexión con sus semejantes, ya que si todos nos pusiésemos en el lugar del otro antes de tomar alguna medida que repercuta en su vida, nos lo pensaríamos dos veces y no seríamos tan dados a juzgar el comportamiento de los demás.


Para finalizar…

La empatía se ha convertido en los últimos tiempos, en uno de los temas excluyentes de una gran cantidad de disciplinas porque los seres humanos, hemos nacido para vivir en comunidades y por lo tanto, para estar en continuo contacto con otros individuos.
La capacidad de vincularnos con aquellos que nos rodean influye directamente en el éxito en la vida. Nuestra supervivencia depende en gran parte de esta asombrosa capacidad.



¿Es posible eliminar los malos recuerdos?


Somos lo que somos porque tenemos un pasado y lo recordamos continuamente. Se suele decir que una persona es la suma de sus memorias.
Cuando debemos tomar decisiones importantes, lo primero que hacemos es hurgar en nuestro pasado para buscar situaciones similares y ver cómo las resolvimos.
Pero no siempre queremos recordar algunas cosas… hay momentos de nuestra vida que quisiéramos borrar de nuestra mente, ¿es posible?



Un grupo de psiquiatras y especialistas en neurociencias de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, se ha hecho esa pregunta y tras una investigación han demostrado que es posible olvidar los malos recuerdos.

Las personas utilizan, muchas veces inconscientemente, dos procesos para olvidar: la supresión y la sustitución, el cerebro trabaja de formas diferentes en cada caso.

Son dos dispositivos distintos los que causan el olvido: el primero interrumpe el proceso de recuperación de recuerdos, y el segundo permite sustituir los eventos desagradables por otros más placenteros.


La investigación

Valiéndose de imágenes de resonancia magnética, examinaron la actividad cerebral de voluntarios que habían aprendido asociaciones entre pares de palabras y que, después, intentaban olvidarlas según uno de los dos procesos, es decir, bloqueándolas o bien sustituyéndolas.

Situaron en una pantalla algunas palabras y formaron dos grupos de un total de 36 participantes, estos codificaron pares de palabras por ejemplo, "África - playa".

Primero se les entrenó para que recordaran la asociación y después para que olvidaran la segunda palabra intentando bloquear su recuerdo, es decir, por supresión.

Posteriormente, recibieron una palabra nueva que sustituía a una parte del par por ejemplo "Caribe - playa", mientras la palabra África se borraba de la pantalla, en este caso, fueron entrenados para no pensar en la palabra 'África' encontrando la palabra de sustitución 'Caribe'.

Durante el experimento, se examinó mediante resonancia magnética cada una de las dos formas en que olvidaban: suprimiendo y sustituyendo. Gracias al escáner, los investigadores analizaron después la actividad cerebral en cada proceso.


Las conclusiones

"Los resultados finales indican que cada mecanismo activa unos circuitos neuronales distintos", explicaron los científicos.

Cuando se suprime un recuerdo, se produce una interrupción de los procesos mnemotécnicos gracias al córtex prefrontal dorsolateral, que inhibe la actividad del hipocampo, una región clave para recordar eventos del pasado.

En cambio, cuando se sustituyen unos recuerdos por otros, intervienen dos zonas del cerebro" el córtex prefrontal y el córtex midventrolateral prefrontal" que trabajan para traer determinados recuerdos a nuestra consciencia al tiempo que se "borran" los indeseados.


Cómo aplicarlo en nuestra vida

Está claro que para manejar estas técnicas a fondo se requiere de ayuda profesional, lo que si podemos hacer es aplicar en nuestra vida diaria el proceso de sustitución, veamos un ejemplo.

Cada vez que traemos a la mente un recuerdo, este se consolida y se hace más fuerte, en comparación con la otra información que tenemos almacenada.

Por ejemplo, imaginemos que estamos recordando un regalo especial que nos hicieron cuando cumplimos 10 años. En la misma medida en que nos focalicemos en este regalo, el recuerdo de los otros regalos se irá opacando. Y mientras más recordemos la situación en la que recibimos el regalo en cuestión, más estaremos reconstruyendo nuestro recuerdo del cumpleaños ya que estaremos priorizando unas experiencias sobre otras.

Los malos recuerdos funcionan de igual manera, si queremos ir "opacando" algo que tenemos en nuestra memoria, la mejor técnica es "trabajar" la mente visualizando por lapsos de tiempo otros momentos que nos causaron placer y magnificarlos, o sea hacerlos "muy" visibles... dicho en oras palabras "recuperar" un recuerdo bueno como sustituto del malo.



Hombres: ¿cabello largo o corto?


Un estudio llevado a cabo en la Escuela de Negocios Wharton, de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos ha revelado que llevar el pelo muy corto o rapado hace que los hombres parezcan más masculinos y dominantes.

Se les atribuyen valores relacionados con el poder, la autoridad y la influencia. A su vez, una encuesta anterior indica que el 83% de las mujeres prefieren a los hombres con pelo… y casi la mitad de ese porcentaje les gusta el cabello "levemente largo" en su pareja.



Hombres con pelo largo

Es sabido que en algunos círculos sociales y profesionales, los hombres con el cabello largo no son bien vistos.

El origen del cabello largo en los hombres en las sociedades modernas, es símbolo de rebeldía, los principales precursores de esta moda fue el movimiento Hippy, en la década del 60 y principios de los 70, y obviamente que no termina esta moda, porque hasta la fecha sigue y se puede notar fundamentalmente en los artistas, músicos, con los grupos de rock etc.

El cabello largo en el hombre es visto como símbolo de juventud y de carácter más distendido y romántico, también a estas personas se les atribuye una forma de ser más despreocupada, y por lo tanto tienden a tener menos estrés.


El cabello corto y sus ventajas

A pesar de que se ven menos atractivos y más mayores, los hombres con poco pelo son percibidos como más varoniles y dominantes.

Sin embargo con raparse la cabeza basta para que además la imagen que proyectan les haga parecer más fuertes e incluso con un potencial de liderazgo superior que aquellos con un cabello más largo.

Para llegar a estas conclusiones la investigación se centró en analizar cómo la sociedad percibe a los hombres calvos y rapados.

Un total de 60 voluntarios participaron en el experimento que constaba de tres fases.

La primera se basaba en observar diferentes fotografías de hombres de la misma edad con ropa similar cuya única diferencia era tener mucho cabello, calvicie moderada o la cabeza totalmente rapada.

Las conclusiones revelaron que estos últimos encabezaron las listas por poder, autoridad e influencia.

En el segundo estudio se analizaron las fotografías retocadas de manera digital de cuatro individuos.

Cada una se mostró dos veces, la primera vez con cabello y la segunda sin él, y aquellos que tenían menos pelo fueron percibidos como más altos y fuertes.

Por último, los voluntarios recibieron la descripción escrita de varios hombres, sin fotografías, en la que se detallaban sus atributos físicos, incluyendo si tenían poco cabello o si estaban rapados.

De igual forma, se repitió el resultado de percepción de mayor masculinidad, liderazgo y fortaleza.


¿Que opina la ciencia?

Consultados un grupo de psicólogos de la misma universidad en dónde se realizó el estudio (Universidad de Pensilvania) sobre esta investigación, dijeron que el liderazgo se debiera ejercer desde la convicción de los argumentos y del ejemplo, no por el tamaño de la cabellera.

Concluyeron que, mas allá de las apariencias, jamás nos deberíamos dejar influenciar por un interlocutor en relación meramente a su aspecto físico.



Extrovertidos vs Introvertidos


En el mundo de hoy los extrovertidos parecen tener todo para ganar.
Pero los psicólogos mas vanguardistas reivindican cada vez más a quienes están en las antípodas de este tipo de personalidad… los introvertidos. Son quienes viven mirando más hacia adentro, a los que les gusta la reflexión y el pensamiento, quienes buscan en cierto sentido la soledad y la tranquilidad y tienen un modo de relación social donde la calidad de las interacciones prima por sobre la cantidad.



Los extrovertidos son individuos que les encanta estar con otras personas, socializar, estar siempre presentes en distintos eventos sociales o estar al tanto de lo que ocurre en su entorno.

Tanto es así que en gran medida llegamos a definir el éxito y la realización personal mediante el tamaño que alcanzan nuestras redes sociales, ya sean virtuales o convencionales, de tal manera que quienes cuentan con más "seguidores" en Facebook o Twitter o aquellos que logran participar en más fiestas o recibir más invitaciones son considerados como personas con más éxito, cuando no, como verdaderos modelos sociales dignos de la más sana envidia.

En suma, pareciera que la sociedad juega a favor de los extrovertidos, se cree que estos individuos son más felices y que socialmente este tipo de personalidad está más aceptada que los demás.


La reivindicación de los introvertidos

Según algunos psiquiatras vanguardistas, el trabajo y la labor de los introvertidos han propiciado un sinfín de avances sociales, científicos, artísticos e ideológicos a los que hubiera sido difícil llegar sin contar con estas personas de rasgos silenciosos y reflexivos.

Se podría citar a personalidades como Darwin, Newton, Rosa Parks, Gandhi o Einstein, por nombrar figuras históricas, también se podría hablar de individuos contemporáneos como Bill Gates, o el creador de Facebook, Marck Zuckerberg, todas ellos reconocidos como personas introvertidas… pero la lista podría ser mayor y abarcar muchos más campos.

En este sentido se podría hablar del poder transformativo de este tipo de personalidad, de su capacidad para cambiar la realidad de una forma sosegada, sutil, meditabunda.

Incluso hay estudios hechos por grandes empresas multinacionales que aseguran que los jefes introvertidos son mejores líderes.


¿Es una desventaja ser introvertido?

De un tiempo a esta parte, quienes investigan los distintos tipos de conductas, están haciendo una llamada de atención sobre la necesidad de aceptar, ya desde los niveles educativos más básicos, que no todos los niños son extrovertidos, y que por tanto nadie ha de ser forzado a serlo y que, además, aquellos que son introvertidos cuentan con un potencial enorme que debe ser oportunamente desarrollado.

Lejos de ser algo problemático, como muchas veces se piensa, o incluso lejos de ser una fuente de sufrimiento, la vida orientada hacia el interior reporta a quienes poseen rasgos introvertidos numerosas satisfacciones, ya que es el medio en el que se sienten como pez en el agua.


En definitiva…

La psicología moderna nos brinda un alegato en favor de la flexibilidad hacia las distintas formas de ser, una reivindicación de un determinado tipo de personalidad frente al desconocimiento y la marginación que a veces sufre, y una llamada de atención sobre la riqueza que como sociedad podemos perder si no contamos con gente que frente al bullicio y la hiperactividad de las sociedades de hoy, sea capaz de concentrarse de manera reflexiva en un curso de pensamiento y trabajo.

Todo ello nos puede inducir, además, a reflexionar, en un sentido crítico, a qué intereses u objetivos puede obedecer tal promoción de un conjunto determinado de rasgos, en este caso de aquellos que caracterizan la extroversión, en detrimento de otras formas de actuación, reflexión y pensamiento.