Nervio vago: ¿cómo estimular nuestra válvula de escape emocional?


¿Cuándo ha sido la última vez que tuvo que maniobrar con soltura y elegancia en una situación de alta tensión? Desde hace mucho tiempo los científicos saben que estimulando el nervio vago, podemos mejorar nuestras habilidades cognitivas y comportamiento y que además, nos permitirá aprovechar su potencial para mantener la calma en un momento tenso.


nervio vago

En el año 1921 un fisiólogo alemán llamado Otto Loewi descubrió que la estimulación del nervio vago causaba una reducción de la frecuencia cardíaca mediante la liberación de una sustancia que él llamó "Vagusstoff" (en alemán "Sustancia vaga"). La "sustancia vaga" fue más tarde identificada como la acetilcolina y se convirtió en el primer neurotransmisor identificado por los científicos.

Vagusstuff es literalmente un tranquilizante natural que nos podemos auto administrar simplemente tomando algunas respiraciones profundas con exhalaciones largas.


¿Qué es exactamente el nervio vago?

La palabra vago significa "errante" en latín. El nervio vago es conocido como el nervio errante, ya que tiene varias ramas que divergen en dos tallos gruesos arraigados en el cerebelo y el tronco cerebral que vagan hacia las vísceras más bajas del abdomen tocando el corazón y la mayoría de los órganos más importantes en el camino.

El nervio vago está constantemente enviando información sensorial sobre el estado de los órganos al cerebro. De hecho, entre el 80 y el 90% de las fibras nerviosas del nervio vago se dedican a la comunicación del estado de las viseras al cerebro.


Cuando alguien dice "... yo confío en mi instinto", también podría decir "... yo confío en mi nervio vago" ya que los instintos son intuiciones emocionales transferidas al cerebro a través del nervio vago.

Como en todo circuito de retroalimentación mente-cuerpo los mensajes también viajan en sentido contrario, o sea, de la mente consciente a través del nervio vago hacia los órganos ya sea para indicarles que estamos en un momento de calma o en una situación de peligro, para preparar el cuerpo para una "lucha o huida".

Nuestro sistema nervioso autónomo está compuesto de dos sistemas opuestos que crean un tira y afloja en nuestra mente. El sistema nervioso simpático está orientado a hundir el pie en el acelerador ya que se nutre de adrenalina y cortisol y es parte de la respuesta de lucha o huida. El sistema nervioso parasimpático es el polo opuesto. El nervio vago es el eje central del funcionamiento del sistema nervioso parasimpático. Este está orientado a reducir la velocidad y utiliza neurotransmisores como la acetilcolina para aminorar la frecuencia cardíaca, la presión arterial y ayudar al corazón y órganos a ir más despacio.


La estimulación selectiva del nervio vago se emplea en algunos tratamientos médicos, por ejemplo, es asiduamente utilizado en personas que sufren depresión, también se aplica en algunos casos para tratar la epilepsia.

¿Cómo estimular el nervio vago?

Lo cierto es que existen varias formas de estimular el nervio vago, en esta oportunidad vamos a explicar la más fácil y utilizada que es una sencilla técnica de respiración:

Acostarse en una superficie cómoda, si tiene ropa justa, aflójesela.
Inspirar por la nariz profundamente con la sensación de llevar el aire a la parte más baja del vientre (respiración abdominal). Esta inspiración debe durar unos 4 o 5 segundos, mantenemos el aire en los pulmones durante unos seis segundos y lo expulsamos en una espiración que debe durar unos 4 o 5 segundos, pero al ir expulsando el aire debemos poner los labios como si estuviéramos soplando una vela, o sea, ligeramente contraídos.
Tanto la inspiración como la espiración deben ser lentas y profundas. Se puede hacer el tiempo que se desee, el mínimo ideal serían unos 7 u 8 minutos. En lo posible hacerlo todos los días.
En una situación estresante, por ejemplo, antes de un examen o entrevista laboral los resultados pueden ser sorprendentes.

La estimulación a largo plazo del nervio vago ayuda a regenerar algunos órganos, reduce la presión arterial, aumenta el espesor del cerebro, mejora la función inmunológica, armoniza el sistema nervioso, reduce la ansiedad, el estrés y la depresión, además de mejorar la frecuencia cardíaca.
Esperemos que los consejos de este artículo le otorguen algunas herramientas para utilizar esta increíble herramienta que es la estimulación del nervio vago.