7 cosas que todo padre debe saber acerca de la paternidad


Como cualquier padre o madre sabe, la paternidad es, en gran parte, el arte de improvisar, una tarea que solo con la práctica se puede aprender.


padre hijo

Aún así, me he animado a escribir algunas de las que considero son las principales enseñanzas o verdades esenciales acerca de la paternidad.


1.) La paternidad es una expresión (tal vez la última) de la masculinidad

Durante la mayor parte del siglo XX, los padres tendían a adoptar valores y técnicas propias de la maternidad, algo así como la "feminización" de la paternidad. Sin embargo, en las últimas décadas, los hombres han comenzado a rechazar este modelo en pos de uno que afirma su masculinidad. Durante años, los varones fueron instruidos para adoptar un estilo de crianza propio de la mujer, pero en la actualidad, se está forjando una forma de crianza que es más fiel a su propio género. En resumen, la paternidad se está convirtiendo en un medio para afirmar, en lugar de negar o suprimir, la masculinidad.


2.) Los padres son parte integral del bienestar de la familia

Aunque esto pueda parecer obvio, de hecho, hasta casi la década del 70 el papel del hombre en la vida familiar estaba reducido principalmente a ser el proveedor financiero, a imponer la disciplina y a compañero de juegos de vez en cuando. Se necesitaron numerosos estudios para aprender hasta que punto los padres tienen un impacto directo en el bienestar emocional de sus hijos, contribuyendo de otras formas que difieren sustancialmente al de las madres. Durante el último medio siglo, los hombres se fueron convirtiendo en "socios plenos", casi a la par de la madre, algo que redefinió (para bien) la paternidad y las relaciones de género.


3.) Los niños sufren sin la presencia paterna

La otra cara de un mayor reconocimiento de los hombres como padres, son los escenarios cuando no están presentes. Si los hombres son parte integral del desarrollo emocional y cognitivo de sus hijos, tiene todo el sentido que los niños sufran si no están presentes.
Para agravar el problema, son muchas las dificultades sociales derivados de la paternidad ausente, que van desde peores resultados en la escuela a una mayor incidencia en la criminalidad. El psicólogo americano David Blankenhorn dijo "la ausencia del padre es la tendencia demográfica más dañina de las últimas décadas".


4.) La paternidad se define generacionalmente

Un gran porcentaje de hombres que abandonan a sus familias, tenían malas relaciones con sus propios padres, lo que hace que este problema sea recurrente a través de generaciones.
También es bueno destacar que una parte de los buenos papás también describen la experiencia con sus propios padres como negativa. En este caso, lo que ocurre es una deliberada reacción hacia aquel enfoque con el que están o estuvieron familiarizados. Dichos padres utilizan su propia educación como fuente de inspiración, pero en el sentido inverso, como una misión para ser mejores padres que el que ellos tuvieron.


5.) La paternidad es positiva emocionalmente

En algún momento todos los papás se preguntan si eran conscientes del valor de la paternidad. No sólo los niños se benefician enormemente con padres comprometidos. Varios estudios han demostrado los efectos positivos que la paternidad tiene en los hombres. Cualquier padre le hablará sobre su mundo irrevocablemente alterado. Mucho se sabe sobre los beneficios psicológicos en los niños cuando reciben amor paternal, pero no a la inversa. Sin embargo, en los últimos tiempos, son varias los estudios que muestran los beneficios del vínculo emocional que comparten con su hijo.


6.) La paternidad es un proceso bidireccional

La relación padre-hijo es una calle de dos vías, los niños influyen en sus padres al igual que los padres alteran el desarrollo de sus hijos. Ser padre cambia la manera en que los hombres piensan sobre sí mismos, ya que la paternidad genera un claro sentido de identidad. La intensidad de cuidar a otro ser humano supera a la mayoría de las otras experiencias vividas. En general, los hombres ven la paternidad una (si no la única) oportunidad de convertirse en personas "completas", como una especie de auto-realización.


7.) Los hombres están programados para ser padres

Tradicionalmente se ha visto a la paternidad como una "victoria" social y cultural del varón, pero también es biológica. Al igual que la mujer, el hombre también está cognitivamente programado para ser padre. Algunas investigaciones neurocientíficas hablan de los cambios fisiológicos que se producen a partir del "cerebro papá", ya que un tipo diferente de actividad neuronal y bioquímica se inicia a partir de ese momento. Desde el punto de vista científico, el nuevo perfil paternal que surgió en el último cuarto del siglo XX podría ser visto como más consistente con la estructura biológica del hombre, antes de eso, algunas normas culturales estaban suprimiendo una expresión más plena de la paternidad. Tal vez, lo mejor de todo, es que los hombres se fueron liberando de ciertos tradicionalismos, haciendo su paternidad más auténtica y fluida.
Siempre hablando de un padre presente y comprometido, tanto la paternidad como la masculinidad, se podría decir que están en una situación muy buena hoy en día, un final feliz de la historia.



Habilidades cognitivas: diferentes momentos, diferentes capacidades


Si observamos la edad en la que los deportistas llegan a sus niveles más altos de rendimiento, podríamos ver que no hay un solo momento para diferentes capacidades físicas.


habilidades cognitivas

Por ejemplo, se dice que en el caso de los futbolistas el pico de rendimiento es alrededor de los 27 años, en los corredores de largas distancias a los 25, mientras que para los golfistas ese pico es a los 32 años.
En otras palabras, para diferentes habilidades deportivas se llega a un nivel óptimo a diferentes edades. Lo mismo ocurre con nuestras capacidades cognitivas básicas, tales como los diferentes aspectos de la memoria a corto y largo plazo, el lenguaje o el procesamiento emocional.

Desde hace tiempo se sabe que el lenguaje y otros marcadores de "inteligencia cristalizada" continúan mejorando hasta bien entrada la edad adulta, en cambio, en el caso de la "inteligencia fluida", el pico se produce alrededor de los 20 años de edad, comenzando un deterioro inexorable a partir de ese momento.

La inteligencia cristalizada es el conjunto de conocimientos y capacidades que representan el grado de desarrollo cognitivo logrado a través de la vida del individuo. En cambio, la inteligencia fluida es la aptitud para adecuarse y hacer frente a nuevas coyunturas de manera flexible, sin que lo aprendido anteriormente constituya un recurso de apoyo explícito.

Así como los deportistas tienen sus períodos de máximos rendimientos, un grupo de investigadores del departamento de psicología del "Boston College" intentaron averiguar los momentos de mayor esplendor de algunas de nuestras capacidades mentales. Para ello, se reclutó a un importante número de voluntarios de edades que oscilaban entre los 16 y los 76 años.
Estas personas realizaron, vía web, un conjunto de pruebas. Dichos ejercicios incluían desde tareas de memoria visual hasta juzgar la expresión emocional de una persona sólo a partir de sus ojos.


Los resultados

Tras analizar los resultados, los investigadores descubrieron que nuestro pico para identificar emociones en otras personas es entre los 40 y los 60 años, es decir, hay una larga meseta para la cima de esta capacidad. El pico de nuestra idoneidad para el lenguaje se produce entre los 65 y 70 años. En cambio, el rendimiento máximo de agilidad mental es a los 18 años. La memoria visual alcanza su máximo esplendor alrededor de los 25 años y la memoria de trabajo para los números tiene su punto máximo entre los 30 y 35 años.

Es decir, a cualquier edad, seguramente estamos mejorando algunas habilidades y empeorando otras, y al mismo tiempo, es posible que estemos en el pico de otras. Es notorio de que no existe una edad en la que estemos en el punto máximo de rendimiento de la mayoría de las capacidades. O sea, las complejidades de las aptitudes cognitivas proporcionan un desafiante conjunto de cuestionamientos acerca de la teoría clásica de nuestro desarrollo, maduración y envejecimiento.


Referencia: http://pss.sagepub.com/content/26/4/433



¿Existe alguna relación entre la felicidad y el atractivo físico?


¿Serías más feliz si fueras más atractivo o atractiva? La mayoría de nosotros tiene la sospecha de que sí, que seríamos más felices si tuviéramos rasgos faciales más atractivos y un cuerpo más atlético.


felicidad belleza

No es casualidad que los cosméticos, las membresías a los gimnasios y las cirugías plásticas están generalmente al alza. Pero… ¿no estaremos siendo presas de una ilusión?
Una investigación publicada en la revista "Journal of Happiness Studies" muestra que probablemente tengamos una visión no tan realista sobre este tema.


Dicho estudio estuvo inspirado en investigaciones anteriores sobre la "ilusión del enfoque", que es la idea de que cuando pensamos repetidamente en un aspecto puntual de nuestra vida, este tiende a dominar nuestros sentimientos y cobra una importancia desproporcionada.

En la investigación, realizada conjuntamente por la Universidad de Mannheim (Alemania) y la Universidad Adam Mickiewicz (Polonia), se solicitaba a un grupo de estudiantes de ambos sexos realizar un cuestionario que básicamente abarcaba dos temas: su vida amorosa y su felicidad en general. En las preguntas sobre la vida amorosa también se tocaban aspectos sobre la percepción de su propio atractivo físico.

Finalizados los cuestionarios, los investigadores encontraron que los resultados dependían del orden de las preguntas. Por ejemplo, cuando las preguntas sobre la vida amorosa estaban en primer lugar, había una correlación bastante fuerte entre el número de citas románticas que la persona había tenido en el último año y su nivel de felicidad en general. Pero en aquellos individuos a los que se les invirtió el cuestionario, es decir, las preguntas acerca de la felicidad se hicieron primero, la conexión entre los encuentros románticos y la felicidad desaparecía.

En general, los resultados fueron similares a lo que los autores esperaban: las personas con más confianza en su apariencia física tendían a ser un poco más felices que aquellos que pensaban que eran menos atractivos. La satisfacción con el cuerpo explicaba alrededor del 19% de la variación de felicidad de la vida en general. Pero, como hemos dicho, sólo si las preguntas sobre la vida amorosa estaban en primer lugar. De lo contrario, la gente altamente satisfecha con su apariencia apenas era un poco más feliz que quienes no se consideraban atractivos.
Al igual que la "ilusión del enfoque" predice, parece ser que sólo cuando se nos hace pensar en nuestra vida amorosa y su relación con nuestra apariencia física, es allí cuando el atractivo (o la falta de él) es más relevante para nuestra felicidad.


Algo similar ocurre cuando se hacen cuestionarios sobre bienestar económico y salud, según el orden de las preguntas sobre estos atributos, el impacto en nuestra felicidad inmediata fluctúa considerablemente.

Esta investigación nos deja algunos elementos de reflexión, sus resultados nos podrían hacer repensar un poco acerca de nuestra búsqueda de belleza (y sus costos). No hay nada malo en el hecho de tomar con orgullo el atractivo de nuestra apariencia física, pero está claro que ninguna cantidad de cosméticos, gimnasios ni cirugías estéticas van a lograr una felicidad completa. Por tanto, antes de gastar dinero en la búsqueda de la perfección, es posible que consideremos si es algo que realmente hará una diferencia en nuestra vida, o simplemente estamos persiguiendo un espejismo.


Referencia: http://link.springer.com/article/10.1007%2Fs10902-014-9598-0



Nos agrada hablar con personas extrañas, pero nuestro instinto es ignorarlas


Los seres humanos somos animales sociales, a pesar de ello, se habrá dado cuenta que, en muchos casos, la mayoría de la gente en el trasporte público o en salas de espera parece hacer todo lo posible por no interactuar.


personas transporte público

Es por ello que un equipo de investigadores de comportamiento social de la Universidad de Chicago realizó una serie de exploraciones al respecto.
En el primero de los estudios se dividió un grupo de voluntarios en tres, cada uno de estos grupos debía cumplir una condición. La primera era tratar de entablar una conversación con una persona extraña en un viaje en tren. La segunda condición era sentarse lo más solo y apartado posible en el vagón del tren. La tercera condición era comportarse como lo haría normalmente.
Posteriormente, los voluntarios llenaron un cuestionario en el que respondían preguntas acerca de la experiencia del viaje.

Los cuestionarios mostraron claramente que aquellos que recibieron instrucciones para entablar una conversación con un desconocido, fueron quienes tuvieron la experiencia más positiva, seguidos por el comportamiento normal y la conducta solitaria en tercer lugar.
Estos resultados contrastaron fuertemente con las predicciones hechas por los propios participantes antes del experimento, en el que aseguraban que tener que hablar con una persona extraña era la menos agradable de las tres condiciones.
Esto proporciona evidencia de una grave falta de comprensión de ciertas pautas sociales a nivel colectivo, y además nos aporta alguna señal de por qué, a pesar de ser seres sociales, tan a menudo nos ignoramos mutuamente.


¿Por qué creemos que hablar con extraños es desagradable?

Para averiguar esto los investigadores entrevistaron, mediante un cuestionario, a un grupo de personas que se ofrecieron voluntariamente a participar en la estación de trenes más concurrida de la ciudad de Chicago.
Los resultados arrojaron que básicamente existen dos causas. La primera es que la posibilidad de una mala experiencia sesga la percepción de la gente, es decir, los pronósticos de las personas están muy influenciados por el predominio de la perspectiva de una experiencia negativa.
La segunda es que cada uno de nosotros asume erróneamente que las otras personas no quieren hablar, creando así una situación de "ignorancia colectiva". Varios de los entrevistados dijeron que estarían interesados en hablar con extraños, pero que seguramente nadie querría hablar con ellos. Además predijeron que más del 50% de las personas en la estación rechazarían sus intentos de dialogar. De hecho, esto no le ocurrió en ninguno de los participantes que fueron instruidos para hablar con desconocidos en el estudio anterior.

En el estudio final se abordó otra cuestión, y es que, tal vez, hablar con un extraño sólo es divertido si eres quien inicia la conversación.
Esta vez se pidió a dos extraños pasar un tiempo solos en una sala de espera. En algunos de los casos, a uno de los individuos se le dio instrucciones para entablar una conversación con la otra persona.
En consonancia con los resultados anteriores, las personas reportaron haber tenido un momento más agradable en la sala de espera cuando se produjo un diálogo, y esto fue así tanto para las personas que fueron inducidas a dialogar, como para las que no.
Por último, un detalle interesante, las personas introvertidas expresaron mayores niveles de placer después de hablar con extraños que los extrovertidos.


Referencia: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25019381



Cuanto más excéntrico es el artista más valoramos su obra


Una investigación nos muestra que, en general, las personas consideran que el trabajo artístico realizado por una persona excéntrica es mejor y más valorado que el trabajo producido por un artista que muestra un comportamiento formal.


artista excéntrico obra

Truman Capote decía que sólo podía pensar sus novelas acostado en su cama, tomando café y fumando, Vincent van Gogh se cortó su propia oreja. Michael Jackson dormía en una cámara hiperbárica y coleccionaba momias egipcias. Y así podríamos seguir un largo rato, los ejemplos de comportamientos extravagantes de los artistas son abundantes.
Sin dudas, que existe un estereotipo aceptado en cuanto a que las personas creativas son excéntricas.

Un estudio realizado en la Universidad de Southampton nos muestra que el público tiende a juzgar el trabajo realizado por un artista excéntrico como de mayor calidad que el trabajo producido por un artista con un comportamiento convencional.
O sea, la excentricidad se toma como un signo de habilidad artística. Pero, como vamos a ver, existe una excepción, y es cuando la excentricidad se juzga como falsa.

El sondeo fue realizado a través de cinco diferentes estudios. Por ejemplo, en el primero, un grupo de 38 estudiantes calificaron el cuadro "Los Girasoles" de Van Gogh como más hermoso después que se les hablara sobre el incidente del corte del lóbulo de su oreja izquierda.

En otro de los estudios, más de 30 personas catalogaron las pinturas de un artista ficticio como más positivas después de ver una fotografía del supuesto artista con una mirada perdida, sin afeitar y con el pelo largo. Anteriormente otro grupo de individuos habían catalogado los mismos cuadros del mismo artista con menores puntajes. A este grupo se le había mostrado previamente una foto del artista en una pose convencional, con el pelo corto, afeitado y bien vestido.

Otro de los estudios a destacar es lo ocurrido con Lady Gaga, contrariamente a lo acontecido en las investigaciones anteriores, en este caso ocurrió algo distinto. A un grupo jóvenes se les mostró varios vídeos de dicha artista, en algunos de los vídeos Gaga aparecía vestida de forma excéntrica, en cambio en otros, se la veía con un sobrio vestido negro largo. Se les pidió a los participantes que puntuaran las puestas en escena de la artista en las distintas grabaciones. Aquí el efecto de la excentricidad no pareció dar tanto resultado, ya que en promedio, los vídeos donde la artista se muestra con una vestimenta más sobria no tuvieron peores puntuaciones que los otros.
Esto estaría indicando que las evaluaciones artísticas están, en parte, arraigadas en la percepción de excentricidad del artista y en la evidencia de la autenticidad de dicho comportamiento. Es decir, muchos de los participantes pudieron haber evaluado que la extravagancia de Lady Gaga es falsa y no es más que una estrategia de marketing.


La excentricidad de los artistas genera apreciaciones más positivas de su trabajo, pero siempre y cuando ese comportamiento inusual no sea visto como artificial.

Estos resultados están en sintonía con un estudio de "confirmación de estereotipo" de hace unos años, en el cual los oyentes de canciones de rap daban calificaciones más altas cuando se les informaba que el artista que estaba cantando era negro.


Referencia:
http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/ejsp.1999/abstract



La ciencia de la respiración lenta y profunda


La respiración profunda es un remedio popular que ha resistido la prueba del tiempo. Pero... ¿existe alguna base científica sobre los efectos para aliviar el estrés o la ansiedad?


respirar

Es bastante común que, al dar una mala noticia, la gente diga "respira hondo". También es un consejo habitual cuando estamos teniendo un mal día. En tal caso ¿cuál es la evidencia científica para tal recomendación?
Vamos a hacer una demostración sencilla y luego ahondaremos en la fisiología de la respiración.


Un ejemplo sencillo

Busque un lugar cómodo para sentarse con la postura erguida, lleve su pecho hacia delante, afloje los hombros y relaje la mirada (el ejercicio también se puede hacer acostado). Respire con el abdomen, lo que permitirá a su vientre expandirse con la inhalación. Inhale suavemente por la nariz y cuente hasta cuatro, luego exhale, también por la nariz lentamente, aproximadamente durante 6 segundos. Repita este proceso 10 veces.

Usted acaba de desacelerar su ritmo respiratorio a diez respiraciones por minuto. Las personas adultas respiran un promedio de 15 respiraciones por minuto, por lo que este ejercicio le hace reducir la tasa basal en un tercio.


¿Qué está pasando en su cuerpo durante cada fase del ejercicio?

Nuestro organismo contiene dos sistemas nerviosos periféricos opuestos, que actúan como una especie de acelerador y freno. De esa forma se estimulan o ralentizan distintas funciones del cuerpo, por ejemplo, el ritmo cardíaco o la digestión. El Sistema Nervioso Parasimático (SNP) sería el freno, mientras que el Sistema Nervioso Simpático (SNS) es el acelerador. El ritmo cardíaco se modifica principalmente por el SNP (el freno) a través del nervio vago.

Nuestro organismo está constantemente tratando de mantener un equilibrio. Cuando se inhala, estamos llevando sangre hacia los pulmones, esto crea un déficit relativo de sangre en el resto del cuerpo. Pero el corazón compensa esto mediante el aumento de la frecuencia cardíaca, llevando más sangre al resto del cuerpo. A su vez, el aumento de la frecuencia cardíaca es posible gracias a la disminución de la actividad del SNP.

Ahora, cuando usted exhala, la sangre vuelve a su cuerpo desde los pulmones, y el corazón disminuye su actividad, gracias a la reactivación de la actividad del SNP. El aumento de la frecuencia cardíaca durante la inhalación, y la disminución durante la exhalación, es conocida como arritmia sinusal respiratoria, y es un signo de un corazón sano.

Pero mientras que en el corazón se realiza este proceso, los pulmones también tienen el suyo propio. Los pulmones tienen receptores de estiramiento, dichos receptores se activan por la expansión durante la inhalación. Esta activación provoca una señal que viaja por el tronco cerebral y desactiva el SNS (el acelerador). Esta disminución del SNS provoca que los efectos relajantes del SNP sean más eficaces.


El SNS es anulado por la expansión de los pulmones durante la inhalación, mientras que el SNP se activa durante la exhalación, cuando la sangre regresa desde los pulmones al resto del cuerpo. O sea, la suma total de una respiración lenta y profunda, es un aumento relativo de la actividad del SNP.

En un estado de estrés o ansiedad, no hay mejor remedio que un freno biológico. De hecho, mayores niveles de actividad en el Sistema Nervioso Parasimpático (SNP) se han asociado a mayores niveles de felicidad como rasgo distintivo, mejor capacidad de recuperación frente a momentos de tensión y a un mejor rendimiento cognitivo en la infancia.

Por tanto, la próxima vez que alguien le diga que respire profundo, hágalo, es un sabio consejo.



Paternidad: el efecto contrario en hombres y mujeres al percibir las emociones de los bebés


Según un nuevo estudio, la paternidad provoca un efecto contrario en la manera de cómo hombres y mujeres perciben las emociones de los bebés.


bebé

En la actualidad, una proporción cada vez más creciente de padres participan en la atención y cuidado de los bebés. Esto ha llevado a un mayor interés por parte de la ciencia en estudiar similitudes y diferencias en la forma en que madres y padres interactúan con sus hijos.

Algunas de las primeras conclusiones fueron que los padres tienden a participar en juegos más físicos, mientras que las madres pasan más tiempo entreteniéndolos con juguetes e interactuando socialmente.
Una nueva investigación publicada en la revista "Journal of Experimental Psychology" tiene un enfoque diferente, explorando de qué forma padres y madres perciben las expresiones emocionales de los bebés.
Los resultados sugieren que, en el caso de las mujeres, la maternidad las puede llevar a ser más sensibles a las emociones de los bebés. En cambio, en el caso de los hombres, la paternidad los puede volver menos perceptivos a dichas emociones.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford, reunió a 110 personas para evaluar 50 imágenes de bebés cuyos rostros expresaban emociones positivas, negativas y neutras. Este grupo estaba compuesto por 29 mujeres que eran madres (edad promedio 29 años), 29 mujeres que no eran madres (edad promedio 26 años), 26 hombres que eran padres (promedio de edad 28 años) y 26 hombres que no eran padres (promedio de 26 años). En los casos de padres y madres sus hijos eran todos menores de 18 meses. Los participantes realizaron las evaluaciones mediante el uso de una tabla de puntajes que iba desde "muy positiva" a "muy negativa".


Los resultados

Tanto los hombres como mujeres que no eran padres, no difirieron demasiado en la forma que calificaron las emociones de los bebés. Por el contrario, entre hombres y mujeres que sí eran padres, allí se pudieron observar algunas claras diferencias. Por ejemplo, las madres tendieron a evaluar las emociones positivas de los bebés como más positivas y las emociones negativas como más negativas. En general, las madres mostraron cierta inclinación a dar puntuaciones más extremas, en ambas direcciones, que las mujeres que no eran madres.
En el caso de los hombres fue exactamente al revés, es decir, aquellos que eran padres mostraron una tendencia a evaluar las emociones de los bebés como de menor intensidad, que los hombres que no eran padres.

A modo de conclusión podemos decir que, mientras que la paternidad aumenta la percepción de la emocionalidad de un rostro infantil en la mujer, en los hombres parece disminuirla.
Si bien esta investigación es muy reciente y los resultados son preliminares, los autores aseguran que este estudio también nos puede dar algunas pistas sobre el surgimiento de algunas diferencias de género a partir de la paternidad, y también de ciertos contrastes en la forma de interactuar que se observan con frecuencia a partir de esta etapa, tanto en hombres como en mujeres.


Referencia:
http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/17470218.2016.1141967



Beber y culpar: el alcohol hace ver las acciones de otras personas como intencionales


La última vez que vi una pelea fue en un bar, que al estar casi lleno, todos estábamos un poco apretados. En un determinado momento una persona empujó a otra, derramándole la bebida del vaso que el individuo tenía en la mano. Seguramente no hubo la más mínima intención, pero la reacción de este último fue increparlo duramente y lanzarle un puñetazo. El epílogo de este hecho fue que a los de seguridad les tomó algunos minutos separar a estas dos personas.


beber alcohol

En una situación normal, el individuo que recibió el empujón podría haber deducido que fue un hecho casual, no deliberado, producto de lo lleno que estaba el bar. Pero después de unos tragos, este poder de razonamiento parece evaporarse.
Casualmente, esta cuestión es analizada en una investigación publicada hace un tiempo en la revista "Personality and Social Psychology Bulletin".

Los autores del estudio escogieron a un grupo de voluntarios, todos adultos jóvenes de ambos sexos. A todos ellos se les dijo que se les daría una bebida alcohólica para posteriormente realizarles una serie de preguntas en forma escrita. Lo que en realidad ocurrió fue que, a la mitad de estos voluntarios se les dio para beber una bebida con alcohol, pero a la otra mitad se les dio una bebida que era sin alcohol. Este diseño permitió a los investigadores separar, por un lado los efectos de la creencia de que se bebió alcohol, y por otro lado los efectos de haber bebido alcohol realmente.
A los individuos que bebieron alcohol, se les proporcionó lo suficiente como para tener un nivel de alcohol en sangre de 0,10 que es la cota que se utiliza en muchos estados de Estados Unidos como límite para considerar si alguien está conduciendo borracho o no.

Después de las bebidas, se les entregó una hoja con 50 frases en las cuales se describían acciones como, por ejemplo, "un compañero de trabajo borró información importante del disco duro de un ordenador de la empresa". Las personas debían evaluar cada frase como "intencional" o "accidental".


Los resultados

Los resultados marcaron que el beber alcohol afecta considerablemente los juicios sobre la culpabilidad de las demás personas. Los individuos que pensaban que habían bebido alcohol, pero que en realidad no lo habían hecho, juzgaron en proporciones similares la intencionalidad o accidentalidad de las situaciones relatadas en el texto.
Sin embargo, quienes realmente habían bebido alcohol, fueron mucho más propensos a juzgar las acciones como intencionales.


Este resultado sugiere que el alcohol hace a las personas mucho más predispuestas de culpar a otros por determinadas acciones, en lugar de evaluar más objetivamente dicha situación.

¿Por qué pueden ser importantes estos resultados? Uno de los efectos del alcohol es que puede reducir la capacidad de controlar nuestras acciones. Si esto se combina con un aumento en la tendencia de pretender culpar a alguien por una determinada acción, hecho que bien podría haber sido casual. Entonces podemos observar por qué en los entornos donde está presente el alcohol las cosas pueden salirse fácilmente de control.
Esta tendencia también es posible de advertir en las peleas de parejas que han estado bebiendo, ya que ambos pueden ser más proclives a evaluar las medidas adoptadas por la otra parte como intencionales o premeditadas.


Referencia: http://psp.sagepub.com/content/36/10/1301